En agosto de 2011 entró en vigor la Orden INT/316/2011, sobre funcionamiento de los sistemas de alarma en el ámbito de la seguridad privada publicada en el BOE, para regular los requisitos en cuanto a calidad del material, revisión, etc., que deben tener los sistemas de alarma a partir de ese momento. Es obligatorio tener instalados equipos homologados que cumplan con la Norma UNE-EN 50131-1 y concordantes.
Este reglamento estableció una moratoria, para adaptar los sistemas existentes a la nueva normativa. Los sistemas conectados a una Central Receptora de Alarmas (CRA) debían pasar al Grado 2, como mínimo, y los establecimientos obligados a disponer de medidas de seguridad debían ser de Grado 3, como mínimo.
El nuevo marco normativo, cuya promulgación está prevista para 2019, fijará plazos máximos para la migración de los sistemas a los nuevos requisitos, además de exigir que determinados establecimientos estén obligados a incorporar sistemas de seguridad.
Este periodo debería haber comenzado el 18 de agosto de 2011, por lo que debía expirar en 2021. Sin embargo, la necesidad de hacer frente a la crisis sanitaria del COVID-19 ha dificultado el cumplimiento de los plazos. Por lo tanto, el plazo para cumplir estas medidas se amplía hasta el 31 de diciembre de 2023.
Todos los sistemas conectados a CRA deben ser Grado 2 mínimo, o Grado 3 en los establecimientos obligados a disponer de medidas de seguridad. La Norma UNE establece cuatro grados de seguridad en función del riesgo:
Grado 1 de seguridad (bajo riesgo): todas las alarmas que emiten señales acústicas pero no están conectadas a una Central Receptora de Alarmas. Son aconsejables en espacios de muy bajo riesgo.
Grado 2 de seguridad (riesgo bajo-medio): sistemas conectados a centrales de alarmas. Son las más habituales en hogares, comercios y empresas.
Grado 3 de seguridad (riesgo medio-alto): alarmas destinadas a espacios vulnerables o especialmente expuestos a actos delictivos. Así como las instalaciones industriales, almacenes o cualquier negocio sensible en términos de seguridad.
Grado 4 de seguridad (alto riesgo): destinado a instalaciones críticas y a los lugares más seguros. Por ejemplo, las instalaciones industriales que contengan residuos radiactivos, explosivos o bienes de muy alto valor.